domingo, 17 de enero de 2016

Podré respirar algún día...
o en la oscuridad de uno,
en la hipocresía de la tarde
sin corazón ninguno.

El saberte lejos, allí 
sin la necesidad de mí,
es más fuerte que el yo de aquí
con tanta necesidad de tí.

Sola, tirando de tu cuerda al sollozo
queriéndote hasta matarte,
llorando hasta desangrarme
aunque deje mi inspiración entre líneas.

No hay prisas, no hay vida
sólo algunos recuerdos mútuos,
que entre lágrimas y sueños
alguna vez han sido tuyos.

No hay comentarios: